1 de marzo de 1936 y 26 de enero de 1939. Fotos de gobernantes entrando en Barcelona


Aviones sobrevolando la ciudad durante el desfile de tropas hispano-italianas, 21 de febrero de 1939. (Fons Brangulí Fotógrafs, ANC. Ricard Martínez, 2010)

El 21 de febrero de 1939, uno de los Brangulí, no sabemos quien de los tres, dirigió su cámara al cielo para fotografiar unos aviones. Estaba en la base del monumento al presidente de la Primera República Pi i Margall, situado en la confluencia de la Diagonal con el Paseo de Gracia, un lugar conocido como el Cinc d’Oros, aunque, entonces, ya se llamaba plaza de la Victoria. Había ido allí para cubrir el desfile de tropas hispano-italianas que conmemoraban así su entrada en la ciudad, el 26 de enero, tras tres años de guerra. Alguien había tuneado el monumento con una bandera del ejército vencedor en la escultura que remataba el obelisco.

Izquierda, llegada a Barcelona del presidente Companys, 1 de marzo de 1936. Derecha, desfile de tropas hispabo-italianas, 21 de febrero de 1939. 
(Fons Brangulí Fotógrafs, ANC. Ricard Martínez, 2006)

Ese mismo Brangulí había tomado también otra foto del mismo desfile. Esta vez, desde el zócalo del monumento. Tiempo atrás, uno de los tres Brangulí había hecho otra foto muy parecida desde ese mismo lugar. Era el domingo 1 de Marzo de 1936. Ese día, tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones del 16 de febrero, se había organizado en Barcelona la recepción del presidente Companys. Llegaba del penal del Puerto de Santa María, para tomar de nuevo posesión de su cargo. Había sido encarcelado allí, junto con el resto de su gobierno, tras el fracaso de la revolución de octubre de 1934.

Hace ya tiempo que estamos tomado fotos desde el mismo lugar en que alguien ya lo ha hecho antes que nosotros.

2 comentarios:

  1. Un mismo punto de vista fotográfico para dos puntos de vista politicamente diferentes. Me interesa mucho como las estatuas sufren estas modificaciones e incluso traslados debido a motivos históricos, son realmente monumentos vivientes.

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  2. Pedro,
    La cosa no para ahí. A ese monumento le espera un tuning importante.

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